INSTITUTO DE LAS OBLATAS DEL CORAZÓN DE JESÚS
El único deseo de Luisa Teresa es dar a conocer y amar el Corazón de Jesús
Luisa Teresa intenta afiliaciones con varias congregaciones religiosas: Adoración Reparadora de María Teresa Dubouché, las religiosas del Sagrado Corazón de Madre Sofía Barat y los Misioneros del Sagrado Corazón de Issoudun, pero se rinde ante la evidencia de que se trata un proyecto demasiado singular para integrarlo a un modelo ya existente.
La Asociación de mujeres cristianas unidas por la devoción al Sagrado Corazón en torno de Luisa Teresa Montaignac alcanza su autonomía en 1874.
Toma el nombre de Pía Unión de las Oblatas del Sagrado Corazón y vive de acuerdo con las reglas aprobadas por el Obispo de Moulins. (Nota del autor: "Pía Unión", término canónico para un Instituto en formación). Consiste en unas pocas Oblatas que viven en una casa y esencialmente Oblatas que viven solas o con sus familias. El Capítulo de 1880 eligió a Luisa Teresa, Superiora general, para mantener la unidad entre los miembros de la Pía Unión.
Luisa Teresa pide al Papa León XIII que reconozca a la Pía Unión de las Oblatas del Sagrado Corazón. Un breve "laudatorio" (decreto laudatorio sobre la oportunidad del Instituto) se otorga en 1881.
En 1895, Roma reconoció a la Congregación Oblatas del Sagrado Corazón.
Desde finales del siglo IXX debido a la separación de iglesia y estado en varios países, varias maestras forman parte de las oblatas y fundan varias escuelas y colegios en América Central y Polonia.
El Concilio Vaticano II pide a los religiosos que se renueven y vuelvan a las intuiciones originales de su fundador o fundador.
Este trabajo de "aggiornamento" (retorno a las fuentes) se lleva a cabo por todas las oblatas.
El Instituto de las Oblatas del Corazón de Jesús incluye oficialmente a las Oblatas Religiosas y las Oblatas Seculares.
La intuición original fue redefinida en 1982 y aprobada por Roma:
"La oblación al Corazón reúne en el Instituto, religiosas, seculares, afiliadas y parejas afiliadas en una misma misión.”
La celebración del Centenario de la muerte de Luisa Teresa en 1985 y su Beatificación en 1990 suscitaron un resurgimiento de las vocaciones de Oblatas Afiliadas y Parejas Afiliadas y una nueva redacción de sus Orientaciones de vida.
Actualmente el Insituto continúa su misión respondiendo a nuevos llamados que llegan de todo el mundo.