Oblación
“Él nos amó primero."
"Sólo hay una Oblación,
la de Jesús”.
(Luisa-Teresa de Montaignac)
Bautizados y comprometidos en el seguimiento de Jesús deseamos responder plenamente con todo nuestro ser al Amor de Dios. Le ofrecemos al Padre toda nuestra vida para que él la transforme en su Hijo y forme en nosotros un corazón según el Corazón de Jesús. Nos dejamos habitar por su Espíritu.
La oblación es un movimiento dinámico que anima nuestras vidas y las renueva cada día. Oblación: "sí" dicho a Dios y a nuestros hermanos.
"Sí" que nos compromete a trabajar y a difundir su Amor en el mundo, en nuestros medios de vida, de trabajo, en nuestras familias...
"Sí" vivido en la sencillez de los días en la unión a Dios, "sí" que une a los diferentes miembros del Instituto.
"Muestren al mundo la alegría de pertenecer a Dios " (Luisa-Teresa de Montaignac).
La oblación es fuente de alegría y de libertad interior. Verifica la calidad de nuestra fe y nos une estrechamente a Cristo que se ofrece por amor.