Oblatas Religiosas
Jesús nos reúne para vivir la Oblación en Iglesia. La vida comunitaria es, para las Oblatas llamadas a la vida religiosa, uno de los medios privilegiados de tender a la unidad y de realizar su misión.
Por la unión de cada una de las Oblatas con Dios y por su unión entre ellas, la comunidad testimonia, entre los hombres, el amor de Dios.
Encuentra en la contemplación del amor Trinitario la fuente de su unidad y saca de la Eucaristía la fuerza para vivirla.
A ejemplo de la primera comunidad cristiana, se abre a la acción del Espíritu Santo para vivir en la oración, la acogida y el compartir, la comunión fraternal que es ya signo del Reino de Dios.
Queremos “vivir en familia una vida religiosa muy sencilla, teniendo a Nazaret delante de los ojos y a la Santísima Virgen como modelo ".
L.V. no 51-53