MISA DE APERTURA DE CAPÍTULO
Esta mañana, nos hemos reunido en la Iglesia de Notre Dame, la amada Iglesia de Luisa Teresa, en presencia del Obispo de este lugar: Mons. Laurent Percerou, los sacerdotes: P. Gilbert LÉPÉE, cura de esta parroquia, P. Michel MERCIER y P. Theodore MENDY y el Diácono Guillaume MARTELLY, las Oblatas Religiosas, Seculares, Afiliadas y Parejas Afiliadas, nuestros amigos y toda la comunidad cristiana, para Celebrar la apertura del 25° Capítulo General de las Oblatas del Corazón de Jesús.
Un Capítulo es una asamblea colegial de representantes del Instituto convocado cada 6 años. Este año está constituido por 32 Capitulantes: Oblatas Religiosas, Oblatas Seculares, Oblatas Afiliadas y Parejas Afiliadas, originarias (os) de tres continentes y que representan 14 países diferentes.
El objetivo es retomar la vida del Instituto, dar las orientaciones apostólicas para los 6 años venideros, elegir a la Superiora General, las Consejeras y los miembros de la Consulte. " Los miembros del Capítulo se reúnen para comprometerse en la evangelización del mundo contemporáneo." (Libro de Vida, páginas blancas, n°17 y 18).
La celebración del Capítulo es un acontecimiento de Iglesia y un tiempo fuerte de gracia, un momento favorable de fecundidad, de renovación del carisma, de la identidad y de la misión profética. Juntos discernimos cómo responder a los llamados de Dios hoy y mañana, y celebramos las maravillas que Dios ha hecho en nosotros.
Todas las Oblatas y Oblatos han sido invitadas/os, en un proceso participativo, a preparar este tiempo fuerte por la oración y la reflexión, para guiar y renovar su camino hacia el Corazón de Dios en comunión con las mujeres y los hombres de nuestro mundo.
Siguiendo las huellas de la Sra. de Raffin y de Luisa Teresa, queremos vivir una experiencia de comunidad que, escudriña el horizonte, escucha los gritos del mundo y discierne las formas en que debe responder a los llamados de Dios en este preciso momento de su historia, como comunidad en discernimiento frente a los llamados del Espíritu.
De este modo, tratamos de dejar arder en nosotras/os el fuego del Espíritu que ha suscitado en la señora de Raffin y Luisa Teresa el deseo de fundar esta Familia: "Unos carbones pequeños y dispersos no pueden producir ni llama ni calor. Juntos, pueden encender un gran fuego capaz de encender y calentar el mundo”.
En esta ocasión, damos gracias por el vitral de Luisa Teresa que se ha instalado en esta Iglesia, una parroquia a la que tanto ella amó y sirvió y donde tanto rezó.
En efecto, como continuación de la celebración del 25º aniversario de su Beatificación, el 10 de diciembre de 2014 le pedimos al Padre Herbach que un vitral de Luisa Teresa fuera instalado en la iglesia de Notre Dame.
Sin embargo, como esta Iglesia es uno de los monumentos históricos de Francia, el procedimiento fue muy largo.
Jean Mône, maestro vidriero del Atelier Saint Georges (en St-Genis-les-Ollières) hizo este vitral y lo instaló en Notre Dame el 14 de noviembre pasado. Representa la Oblación de Luisa Teresa y el trabajo de los huérfanos. Ella misma está atravesada por la luz divina, que viene del Padre y del Hijo y ha iluminado su camino de fe por la acción del Espíritu Santo. Su mano izquierda está extendida hacia el mundo, mientras que su mano derecha, apoyada en su Corazón, revela la profundidad de su oración.
Hemos decidido inaugurar hoy este vitral y dar gracias al Señor por el don de Luisa Teresa para Montluçon, para la Iglesia y para el mundo.
Luisa Teresa de Montaignac, llegó a Montluçon a la edad de 28 años con sus padres (en octubre de 1848). Estuvo muy apegada a su parroquia, ansiosa por despertar la fe en esta ciudad en expansión, pero viviendo en la indiferencia religiosa.
Montluçon estaba entonces en medio de un período de industrialización, la fe se vió socavada por un creciente racionalismo científico y un ascenso anticlerical. En este contexto, Luisa Teresa se dedica sin cesar a una opción por los más pobres y crea actividades para las mujeres.
Con los miembros de la "Asociación de las Hijas de María" se ocupa del catecismo de las niñas pobres, cuida de los huérfanos hasta la creación de un orfanato y organiza la "obra de las iglesias pobres".
Heredera del proyecto de su tía, la señora de Raffin, quiere unir a las mujeres cristianas a través del vínculo de la devoción al Corazón de Jesús. Estas mujeres influyentes podrían así penetrar en sus familias y, en toda la sociedad, los valores evangélicos. Este es el comienzo del Instituto de las Oblatas del Corazón de Jesús, una asociación que reúne en primer lugar a las mujeres, casadas o no, que viven en el mundo, unidas por la Oblación (consagración al Corazón de Jesús), los primeros frutos del rostro del Instituto tal como lo conocemos hoy: Oblatas Religiosas, viviendo en comunidad; Oblatas Seculares, laicas consagradas, viviendo en su ambiente; Oblatas Afiliadas, célibes o casadas y Parejas Afiliadas que viven el espíritu de la Oblación.
Luisa Teresa fue llamada "Mujer del futuro evangélico" por el Papa Juan Pablo II el 4 de noviembre de 1990, el día de su beatificación.
Siguiéndola, tenemos que tomar el relevo para llevar a cabo la misión de Jesús con audacia, fe, esperanza y disponibilidad.
Julia SOUSA