CAPILLA ABSIDIALE
La estatua de Nuestra Señora de Lourdes, colocada en la capilla absidial, ha sido ofrecida en 1898 por una familia montluçonnaise en reconocimiento de una gracia recibida.
Se le pide por más de un siglo por las generaciones de Montluçon y oblatas que se encomiendan a la Virgen María, invocándola como "Reina y Madre".